jueves, 23 de mayo de 2013

¿Encajar?.

Hay veces, en las que simplemente me canso. De sonreír como si nada pasara, aún sabiendo que no es así. De tratar encajar con el resto, como si fuera una ficha más del puzzle, y no me doy cuenta, que si todavía no encajé, es porque quizas esta pieza no pertenezca a ese lugar. ¿Les ha pasado?

Sentirte alejada, ida, nadie te quiere ver, o por lo menos así lo piensas tú. Tratamos de cambiar nuestra forma de ser, por decirlo de alguna forma, simplemente para que las demás personas te acepten, en su grupo, comunidad, donde sea. Pero, ¿por qué lo hacemos? ¿por qué cambiamos nuestra forma de ser, solamente para complacer a los demás? ¿no hay que estar complacidos con nosotros mismos? ¿no somos nosotros los que tenemos que estar conformes con nuestra forma de ser, pensar y actuar?

Sí, somos nosotros. Aunque algunas veces, la mayoría, no nos escuchamos, no le prestamos atención a lo que nuestro corazón, nuestra mente dice. ¿Por qué pasa esto? Porque nos cegamos, lo único que nos importa en ese momento es encajar con los demás, estar lo más cerca posible de lo que ellos quieren. ¿Y qué pasa con lo que nosotros queremos? ¿acaso eso no cuenta? ¿no tiene valor?

Asombra, que no veamos realmente lo que nosotros queremos ver. ¿Si cuenta? Claro que sí, pero no lo logramos ver. Cuando pensamos en lo que los demás quieren, muchas veces, la mayoría, no nos fijamos en lo que nosotros mismos queremos. Y a veces, tan solo a veces, duele demasiado fingir ser alguien que no sos.

Increible, me parece extremadamente increible que esta sea la realidad en la que vivimos hoy en día. ¿Cuál realidad? En la que ser diferente, en la que pensar y actuar diferente, se considere extraño. Que quizas algunas veces nos critiquen por eso. ¡Somos lo que somos! Y nadie lo puede cambiar, sólo nosotros mismos podemos. Y lo mejor, o por lo menos lo que yo pienso que es mejor, es cambiar nuestra forma de ser, siempre y cuando, lo hagamos por nosotros mismos, y no por una orden de lo que las otras personas nos dicen.

No hay que dejarse llevar, somos lo que queremos, cuando y donde queremos. ¿De qué sirve fingir ser alguien que no sos? ¿para encajar con el resto? Hay que aprender, las personas que nos obligan a cambiar, no son aquellas que valen la pena, realmente, no lo son. Y hay que tenerlo demasiado en cuenta, recordarlo siempre.

Lo sé, es díficil. Muchas veces, nos sentimos tan mal, tan cansados de no importarle a nadie, de que ninguna persona se acerque a uno, así sea a preguntar como se siente. Que tan sólo, cuando encontramos a aquella persona, nos aferramos demasiado a ella, y si te dice que cambies, ¿qué hacemos? Lo hacemos. ¿Por qué? Porque sentimos ese cariño que necesitabamos, y no nos damos cuenta de que, no es la persona indicada para estar a tu lado, definitivamente no lo es.

¿Cómo hago para no sentirme sola? ¿Cómo hago para no sentirme "invisible"? Para decirlo de una manera. ¿Qué hago cuando siento que ya a nadie le importo? ¿Qué hago cuando me estoy hundiendo? Y cada vez, un poco más, y más, y más, hasta caer directamente al fondo, donde ya no vemos ese rayo de luz que viene a salvarnos, cuando ya sentimos que todo esta perdido, que a esta altura, ningún esfuerzo, así sea mínimo que hagamos, vale la pena. ¿Qué hacemos? Me lo pregunto, y el día que encuentre la respuesta, se las contaré, pues aún, la sigo buscando.

lunes, 13 de mayo de 2013

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"Incluso cuando estoy caminando en el alambre de púas
Incluso cuando me senté en el fuego
¿Por qué siempre me siento invisible, invisible?
Todos los días trato de bloquear mi pasado
A pesar de que dentro soy un desastre
¿Por qué siempre me siento invisible, invisible?"


lunes, 6 de mayo de 2013

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Y un día, ella se cansó de fingir.

Se cansó de ser la chica invisible, de que nadie la notará. Tomó su verguenza consigo, y la lanzó donde nadie pueda encontrarla. Dejó de comportarse vulnerable frente a las personas que la pasaban por arriba con el permiso de ella.

Se cansó de que las personas que tanto quería la apuñalaran por la espalda y luego vinieran y le dieran un abrazo. Sacó su orgullo afuera, para que todos lo notarán, y se dieran cuenta que la chica indefensa de la que tanto se burlaban, se había ido.

Nunca pudo aceptar el hecho de que su físico no fuera perfecto, y por más que tratara de que lo fuera, el mismo seguía igual. Sabe que eso no es lo que más importa, ya que el dolor de no ser perfecta para los demás, no se compara con el dolor que lleva dentro suyo, ese que aumenta cada día un poquito más.

Trata de no demostrarlo, y aunque le gustaría gritar a los cuatro vientos las millones de cosas horribles que siente, prefiere no hacerlo, no quiere dar lástima. Ha llorado incontables veces, la mayoría por la misma razón: sentirse sola. ¿Por qué? Porque siente, (según el comportamiento de las personas que la rodean) que las mismas la quieren lejos de ella.

Un día, sin quererlo, sacó afuera sus pensamientos, se los contó quizas a alguien que no tendría que haberselo dicho, pero su fastidio le ganó. Días siguientes, se lo contó podría decirse a esa única persona, la cual sentía que le entendería, pero no lo hizo. Y en ese mismo momento, sintió que si ella no lo hacía, el resto tampoco lo haría.

Desde ese día, ella sigue con su cabeza a punto de explotar, se siente alejada del resto, cada vez un poco más. Y anela con el día en que todo se acabe, de una buena vez, y sea por fin, feliz.

A todas aquellas personas que se alejaron de ella, y vuelven cuando quieren, solo les puede decir una mínima cosa: "gracias por dejarme sola, cuando más te necesité".
Y un día, se sentó en el piso frío de aquel baño pequeño, recostada contra la pared, y lloró, ríos, mares, hasta que su angustía desapareciera, pero esta no la hizo.

"Mírate, llorando de nuevo, sola, desahogándote, deprimida, sientes que no puedes con tus problemas, te lavas la cara, te miras al espejo, sonríes y luego piensas "ya no más" pero segundos después te vuelves a derrumbar"...

Eso le pasaba a ella, y le sigue pasando hasta el día de hoy, aunque traté de ser fuerte, no le sale, y eso es algo que odia de ella.

Vuelve a su casa, y se encierra, entra en el mundo cibernetico, y ahí se da cuenta, que definitivamente ese, es su lugar en el mundo, en el que no existen personas ni palabras que la dañen, sólo, felicidad. Eso la complementa por un rato, pero luego, tiene que volver a la vida real, y ahí, es cuando la historia se repite.

sábado, 4 de mayo de 2013

Carta de una Pauliter

Pedro Alfonso y Paula Chaves - Peter y Paula - Pepe y Pau

Si en este preciso momento tienen esta carta en sus manos, significa que mi sueño se cumplió, y que alguno de los dos me vió en persona, significa que los conocí.
Desde el primer momento estuve con ustedes, desde aquellos tímidos saludos en los pasillos de Ideas, desde aquellos momentos en los que realizaban sus previas en SM cuando Paula concursaba en el 2010, desde aquellas veces que ambos iban a la Cocina, desde su primer beso, desde su separación, desde su reconciliación, desde su musical, desde sus idas y vueltas, desde que se fueron del Bailando en 2011, desde que bailaron juntos en Bailando 2012, desde su temporada de DDS, desde su segunda temporada en VDL, desde que anunciaron su compromiso, desde que anunciaron que esperaban un bebé, desde que anunciaron que sería una nena, desde que anunciaron que se llamaría Olivia, desde que comenzó la gira de VDL, hasta el día de hoy, y hasta que se terminé mi vida seguiré estando.
No sé como explicar en palabras lo que siento con ustedes, tampoco los quiero aburrir, pero entiendan que es muy emocionante escribirles esto con la esperanza de que un día lo leerán.
Por eso mismo pido perdón si me extiendo demasiado.
Lo primero que quiero decirles, es lo que básicamente siento por ustedes. ¿Qué siento? Infinitas emociones, que si me pongo a contarlas una por una, no terminaría de hacerlo. Amor, es el principal sentimiento que siento por ustedes. ¿Por qué? Por ser las personas que me sacan una sonrisa siempre, hasta en mis peores días, sin siquiera saberlo.
Admiración, por la clase de personas que son, porque son reconocidos sin armar peleas, porque nunca les fue necesario hacerlo, por ser las personas más puras que conozco en este planeta, porque nunca, jámas escucharon ni se dejaron influenciar por lo que los demás decían. Porque hablaron millones de cosas de ustedes en los medios, desde diciendo que lo suyo era una mentira, hasta decir que estaba todo armado, y nunca los escucharon ni respondieron, porque ustedes y los que creíamos en su amor sabíamos muy bien que eso no era cierto. Porque a pesar de su cansacio, a pesar de no estar en sus mejores días, nunca se opusieron a tomarse una foto con sus fans, a dar una autográfo, a pasar tiempo con ellos.
Para ir finalizando esta carta, quiero agradecerles, simplemente por todo.
Gracias por siempre sacarme una sonrisa, hasta en mis peores días.
Gracias por ser como son.
Gracias por cada alegría que me dan.
Gracias por cada momento hermoso y único que me han hecho vivir.
Gracias por demostrarme lo que es el amor en el más puro de los estados.
Gracias por demostrar que no hay que prestar a lo que los demás hablan de ti.
Gracias por tantas cosas que me han enseñado.
 Espero volver a verlos pronto, sería un sueño. Supongo que esta carta se la daré a Pepe cuando vengan con Viaje de Locura a Uruguay, y en ese caso, Pau, amaría conocerte también.
 Los amo, nunca lo olviden, jamás olviden que aca, del otro lado del río, en Maldonado, Uruguay hay una pauliter, una chica que los ama con el alma y que daría su propia vida por ustedes.

Por cierto, en esta parte quiero agradecerle a Pepe, ya que supongo que no viste cuando te contesté, pero GRACIAS por aquella primera mención que me hiciste el 16 de Marzo de 2013.
Y Pau, me encantaría que me menciones vos también.

Los amo, @Sol_Paauliter