Y un día, ella se cansó de fingir.
Se cansó de ser la chica invisible, de que nadie la notará. Tomó su verguenza consigo, y la lanzó donde nadie pueda encontrarla. Dejó de comportarse vulnerable frente a las personas que la pasaban por arriba con el permiso de ella.
Se cansó de que las personas que tanto quería la apuñalaran por la espalda y luego vinieran y le dieran un abrazo. Sacó su orgullo afuera, para que todos lo notarán, y se dieran cuenta que la chica indefensa de la que tanto se burlaban, se había ido.
Nunca pudo aceptar el hecho de que su físico no fuera perfecto, y por más que tratara de que lo fuera, el mismo seguía igual. Sabe que eso no es lo que más importa, ya que el dolor de no ser perfecta para los demás, no se compara con el dolor que lleva dentro suyo, ese que aumenta cada día un poquito más.
Trata de no demostrarlo, y aunque le gustaría gritar a los cuatro vientos las millones de cosas horribles que siente, prefiere no hacerlo, no quiere dar lástima. Ha llorado incontables veces, la mayoría por la misma razón: sentirse sola. ¿Por qué? Porque siente, (según el comportamiento de las personas que la rodean) que las mismas la quieren lejos de ella.
Un día, sin quererlo, sacó afuera sus pensamientos, se los contó quizas a alguien que no tendría que haberselo dicho, pero su fastidio le ganó. Días siguientes, se lo contó podría decirse a esa única persona, la cual sentía que le entendería, pero no lo hizo. Y en ese mismo momento, sintió que si ella no lo hacía, el resto tampoco lo haría.
Desde ese día, ella sigue con su cabeza a punto de explotar, se siente alejada del resto, cada vez un poco más. Y anela con el día en que todo se acabe, de una buena vez, y sea por fin, feliz.
A todas aquellas personas que se alejaron de ella, y vuelven cuando quieren, solo les puede decir una mínima cosa: "gracias por dejarme sola, cuando más te necesité".
Y un día, se sentó en el piso frío de aquel baño pequeño, recostada contra la pared, y lloró, ríos, mares, hasta que su angustía desapareciera, pero esta no la hizo.
"Mírate, llorando de nuevo, sola, desahogándote, deprimida, sientes que no puedes con tus problemas, te lavas la cara, te miras al espejo, sonríes y luego piensas "ya no más" pero segundos después te vuelves a derrumbar"...
Eso le pasaba a ella, y le sigue pasando hasta el día de hoy, aunque traté de ser fuerte, no le sale, y eso es algo que odia de ella.
Vuelve a su casa, y se encierra, entra en el mundo cibernetico, y ahí se da cuenta, que definitivamente ese, es su lugar en el mundo, en el que no existen personas ni palabras que la dañen, sólo, felicidad. Eso la complementa por un rato, pero luego, tiene que volver a la vida real, y ahí, es cuando la historia se repite.
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