Mi manera de pensar. Mi manera de vivir.
jueves, 25 de julio de 2013
Presionados.
Millones de preguntas rondan por mi cabeza en este mismo momento, más bien en mi mente. Preguntas, a las cuales no les encuentro respuesta. Solo quiero saber, ¿por qué? Quiero saber el 'por qué' de tantas cosas, que me serían imposibles nombrarlas todas justo ahora.
Pero, a pesar de que mi lista de preguntas es infinita, y a pesar de que no encuentro la respuesta a mis dudas, y a pesar de que quizás nadie las tenga, y a pesar de que no tengo la más pálida idea de qué más escribir, me pregunto, '¿por qué?'
¿Por qué debemos decir que estamos bien? Porque seguro que no es así, por lo menos, en mi caso, pocas veces he dicho 'sí, estoy bien', o por lo menos pocas veces lo he dicho de verdad. Ya que, no existe el contestar, 'no, no estoy bien', por lo menos en mi mundo, no, no existe.
¿Por qué debemos pretender estar conforme con todo? Porque, básicamente, yo no me encuentro conforme con nada de lo que me rodea. Salvo algún caso especial, en el que pueda decir, 'sí, esto me ha hecho sentir conforme'. Pero, ¿con qué tengo tanta desconformidad?
Me desconforma el hecho de no hacer bien las cosas, incluso cuando me han dicho que están bien, no me sirve, soy yo la única que puede manejar mis sentimientos. Por otro lado, me desconforma mi 'lugar en la vida', no porque me encuentre en un lugar poco reconocido, sino porque en mi opinión, no tengo ninguno, no tengo mi 'lugar en la vida'. Me desconforma ser la persona que esta por debajo de los demás, nunca poder sobresalir del resto, nunca encontrar ese 'algo' que me haga diferente, que me haga sentir diferente. Y aunque creo, y destaco nuevamente, 'creo', que lo único que me hace diferente, es mi forma de pensar. Y quizás, mi forma de pensar también sea algo que me desconforma, otro punto que va a la lista de desconformidades.
¿Por qué me desconforma mi forma de pensar? Según yo, eso es lo único que hace que sobresalga en la sociedad, en la cual hoy es casi imposible de involucrarse, para mi, nunca hablando en general, porque aunque quisiera, no puedo leer mentes, no por ahora, y tampoco creo poder hacerlo. Pero, mejor dejemos las desconformidades a un lado, ya que sino, seguiríamos con la lista un largo rato.
Pero, nos fuimos de tema, me fui de tema, mejor dicho. 'Presionados' ¿por quién? ¿por la sociedad? o ¿por nosotros mismos? ¿con cuál quedarnos? ¿quiénes nos presionan? ¿nos sentimos presionados? o ¿es solo un producto de nuestra imaginación? Yo, me siento presionada, ¿por quién? Por ambos, por la sociedad, por los que me rodean, pero mayormente, por mi misma.
viernes, 19 de julio de 2013
¿Qué pasaría?
Si dejo de pensar como lo hago, ¿qué pasaría?
Si me comporto como me lo ordenan, ¿qué pasaría?
Si dejo de ser quién soy, ¿qué pasaría?
Si soy lo que los demás quieren que sea, ¿qué pasaría?
Si digo lo que pienso, ¿qué pasaría?
Si digo la verdad sobre todo, ¿qué pasaría?
Si trato de cumplir las expectativas que tienen sobre mí, ¿qué pasaría?
Si me esfuerzo en ser todo aquello que los demás quieren, ¿qué pasaría? ¿sería feliz?
NO.
Si me comporto como me lo ordenan, ¿qué pasaría?
Si dejo de ser quién soy, ¿qué pasaría?
Si soy lo que los demás quieren que sea, ¿qué pasaría?
Si digo lo que pienso, ¿qué pasaría?
Si digo la verdad sobre todo, ¿qué pasaría?
Si trato de cumplir las expectativas que tienen sobre mí, ¿qué pasaría?
Si me esfuerzo en ser todo aquello que los demás quieren, ¿qué pasaría? ¿sería feliz?
NO.
jueves, 4 de julio de 2013
Creció. Cambió. Maduró
Cuando ella era chica lo único que deseaba era ser grande, para poder hacer lo que ella quisiera, para que todo fuera más fácil.
Crecío.. y allí esta, queriendo volver a ser esa pequeña niña que solía ser, que sólo lloraba cuando se raspaba su rodilla, que sólo se enojaba cuando no le compraban la muñeca que tanto quería o cuando sus amigas no le prestaban sus juguetes. Aquella niña que se escondía sólo cuando jugaba a las escondidas y que sólo no hacía ruido para que sus amigos no la encuentren. Que se quejaba sólo porque no quería hacer los deberes, y se molestaba sólo porque una cuenta de matemática no le salía. Que corría sólo para que no la manchen y gritaba sólo cuando quería ser escuchada por sus familiares. Que sólo tenía miedo cuando llegaba la noche y las luces se apagaban, y que no tenía pudor de ir hacía sus padres a pedir ayuda cuando algo realmente le asustaba.
Pero algo que esa niña nunca supo, fue que crecer no era tan sencillo como ella pensaba. Que no todo era un cuento de hadas, que no todo eran fuegos artificiales cuando se era grande.
De golpe, creció y maduró, dejó de ser esa niña inocente para pasar a ser una adolescente, o una pre-adolescente, como se le dice ahora. Se sometió a varios cambios, cambió su aspecto, ya no era bajita y rellenita, ya no daba ternura, su altura creció, como también lo hizo su madurez. Se vió obligada a cumplir ciertas espectativas, que las veía difíciles de cumplir, pero sabía que tenía que cumplirlas.
Hoy todos la ven como una chica fuerte, pero no saben que detrás de ella, esta la chica débil.
Ellos no saben que es .. 'Por fuera como el hierro, por dentro como el vidrio'
Crecío.. y allí esta, queriendo volver a ser esa pequeña niña que solía ser, que sólo lloraba cuando se raspaba su rodilla, que sólo se enojaba cuando no le compraban la muñeca que tanto quería o cuando sus amigas no le prestaban sus juguetes. Aquella niña que se escondía sólo cuando jugaba a las escondidas y que sólo no hacía ruido para que sus amigos no la encuentren. Que se quejaba sólo porque no quería hacer los deberes, y se molestaba sólo porque una cuenta de matemática no le salía. Que corría sólo para que no la manchen y gritaba sólo cuando quería ser escuchada por sus familiares. Que sólo tenía miedo cuando llegaba la noche y las luces se apagaban, y que no tenía pudor de ir hacía sus padres a pedir ayuda cuando algo realmente le asustaba.
Pero algo que esa niña nunca supo, fue que crecer no era tan sencillo como ella pensaba. Que no todo era un cuento de hadas, que no todo eran fuegos artificiales cuando se era grande.
De golpe, creció y maduró, dejó de ser esa niña inocente para pasar a ser una adolescente, o una pre-adolescente, como se le dice ahora. Se sometió a varios cambios, cambió su aspecto, ya no era bajita y rellenita, ya no daba ternura, su altura creció, como también lo hizo su madurez. Se vió obligada a cumplir ciertas espectativas, que las veía difíciles de cumplir, pero sabía que tenía que cumplirlas.
Hoy todos la ven como una chica fuerte, pero no saben que detrás de ella, esta la chica débil.
Ellos no saben que es .. 'Por fuera como el hierro, por dentro como el vidrio'
¿Te acuerdas?
Pasábamos tanto tiempo juntas... cinco días a la semana nos veíamos, cuatro horas por cada día. Disfrutábamos de los recreos juntas, junto con nuestras demás amigas, reíamos juntas, hacíamos tantas cosas, JUNTAS. Esas tardes que compartíamos pasaron a ser mañanas, cada día a las 8 am nos veíamos en la puerta del colegio, hacíamos la fila e ingresábamos al salón. Durante un largo tiempo me sentaba a tu lado, ¿lo recuerdas? hacíamos los trabajos juntas, nos prestábamos los útiles cuando nos olvidábamos de traerlos, nos ayudábamos así las dos terminábamos al mismo tiempo.
Junto con nuestras demás amigas eramos 'el grupo' inseparable, muy rara vez nos veían peleadas o separadas, ya que cada trabajo, cada salida que hacíamos era juntas. Muchas veces nos juramos ser 'mejores amigas por siempre', cada una dijo que a pesar de que al terminar el último año nos separemos, nunca nos dejaríamos de ver, pero dime, ¿qué pasó con eso? ¿recuerdas cuando lo dijiste?
Y aquí estamos, dos años después de decirnos eso, vos tomaste un camino diferente al nuestro, seguiste tu rumbo, entraste en un lugar nuevo para vos, donde no conocías a nadie, aunque después de un tiempo lograste hacer nuevas amigas.
Un tiempo nos duró el 'enojo' de que nos hayas cambiado, hasta que entendimos que no podrías andar sola por la vida, que necesitabas el apoyo que nosotras ya no te podíamos dar, ya que no nos veíamos nunca, sólo en ocasiones especiales.. con suerte.
Recuerdo con exactitud el día en que nos contaste lo que estaba pasando a tu alrededor, te dimos todo nuestro apoyo, te dijimos que todo estaría bien, y tratamos de ponerle onda al tema para que no te pongas mal, y eso dió resultado. Hoy por suerte ya todo esta bien, o eso por lo menos he visto, ya que tú nunca volviste a mencionar el tema, y lo entendimos, nosotras tampoco quisimos tocarlo, no queríamos que te sientas mal otra vez.
Ese día sentiste que podías confiar en nosotras, dime, ¿acaso no puedes volver a sentir igual? Extraño los cumpleaños que pasábamos juntas, en grupo, extraño las tardes en tu casa o en la mía, las noches en las cuáles nos quedábamos despiertas y no dormíamos, sólo hablábamos de cualquier cosa. Extraño todas esas mañanas en las cuáles nos veíamos, esos medio-días en los cuáles nos volvíamos juntas en el bus, todo eso y mucho más extraño de nuestra amistad, la cual hoy.. ¿se perdió?
Nunca volviste a hablarnos, nunca volviste a contactarnos, es como si la tierra te hubiese tragado, pero ¿sabes qué? aunque las demás digan que no le demos importancia, yo no puedo hacer eso, porque aún te siento una amiga, a pesar de qué nos 'abandonaste', a pesar de que cuando te vemos muy de vez en cuando, no demuestras afecto, sólo nos tratas como unas 'antiguas compañeras de clase', cuando tú muy bien sabes que fuimos más que eso, las seis fuimos mejores amigas.. ¿te acuerdas?
Junto con nuestras demás amigas eramos 'el grupo' inseparable, muy rara vez nos veían peleadas o separadas, ya que cada trabajo, cada salida que hacíamos era juntas. Muchas veces nos juramos ser 'mejores amigas por siempre', cada una dijo que a pesar de que al terminar el último año nos separemos, nunca nos dejaríamos de ver, pero dime, ¿qué pasó con eso? ¿recuerdas cuando lo dijiste?
Y aquí estamos, dos años después de decirnos eso, vos tomaste un camino diferente al nuestro, seguiste tu rumbo, entraste en un lugar nuevo para vos, donde no conocías a nadie, aunque después de un tiempo lograste hacer nuevas amigas.
Un tiempo nos duró el 'enojo' de que nos hayas cambiado, hasta que entendimos que no podrías andar sola por la vida, que necesitabas el apoyo que nosotras ya no te podíamos dar, ya que no nos veíamos nunca, sólo en ocasiones especiales.. con suerte.
Recuerdo con exactitud el día en que nos contaste lo que estaba pasando a tu alrededor, te dimos todo nuestro apoyo, te dijimos que todo estaría bien, y tratamos de ponerle onda al tema para que no te pongas mal, y eso dió resultado. Hoy por suerte ya todo esta bien, o eso por lo menos he visto, ya que tú nunca volviste a mencionar el tema, y lo entendimos, nosotras tampoco quisimos tocarlo, no queríamos que te sientas mal otra vez.
Ese día sentiste que podías confiar en nosotras, dime, ¿acaso no puedes volver a sentir igual? Extraño los cumpleaños que pasábamos juntas, en grupo, extraño las tardes en tu casa o en la mía, las noches en las cuáles nos quedábamos despiertas y no dormíamos, sólo hablábamos de cualquier cosa. Extraño todas esas mañanas en las cuáles nos veíamos, esos medio-días en los cuáles nos volvíamos juntas en el bus, todo eso y mucho más extraño de nuestra amistad, la cual hoy.. ¿se perdió?
Nunca volviste a hablarnos, nunca volviste a contactarnos, es como si la tierra te hubiese tragado, pero ¿sabes qué? aunque las demás digan que no le demos importancia, yo no puedo hacer eso, porque aún te siento una amiga, a pesar de qué nos 'abandonaste', a pesar de que cuando te vemos muy de vez en cuando, no demuestras afecto, sólo nos tratas como unas 'antiguas compañeras de clase', cuando tú muy bien sabes que fuimos más que eso, las seis fuimos mejores amigas.. ¿te acuerdas?
martes, 18 de junio de 2013
Algún día
Algún día cumpliré mi sueño. Lo sé, imposible.
Para mí, resulta así. Creo que cuando uno trata de conseguir algo, hace lo que fuera por conseguirlo, pero, ¿qué pasa si después de intentar e intentar millones de veces, no lo conseguimos? Que pregunta, dirán, si algún día le hayan la respuesta, por favor, pásenla, ya que yo aún no la encuentro.
Nunca te des por vencida, ni aún vencida. Así dice la frase, y no saben lo realmente feliz que me haría poder aplicarla en mi vida, pero no puedo, juro que no puedo. Me gustaría escribir sobre la esperanza, sobre la fe, y todas esas cosas, pero no me sale del alma hacerlo, y si lo hiciera, sería un texto forzado, y si hay algo que no me gusta hacer, es forzar las cosas.
Creo yo que siempre hay que contar con esas dos cosas en la vida, la esperanza y la fe, pero a veces en momentos de oscuridad, se nos hace difícil tratar de ver ese pequeño rayo de luz. Quisiera verlo, quisiera ser esa clase de personas que nunca se dan por vencidos, pero, para mí lástima, no lo soy, y dudo algún día llegar a serlo.
Para mí, resulta así. Creo que cuando uno trata de conseguir algo, hace lo que fuera por conseguirlo, pero, ¿qué pasa si después de intentar e intentar millones de veces, no lo conseguimos? Que pregunta, dirán, si algún día le hayan la respuesta, por favor, pásenla, ya que yo aún no la encuentro.
Nunca te des por vencida, ni aún vencida. Así dice la frase, y no saben lo realmente feliz que me haría poder aplicarla en mi vida, pero no puedo, juro que no puedo. Me gustaría escribir sobre la esperanza, sobre la fe, y todas esas cosas, pero no me sale del alma hacerlo, y si lo hiciera, sería un texto forzado, y si hay algo que no me gusta hacer, es forzar las cosas.
Creo yo que siempre hay que contar con esas dos cosas en la vida, la esperanza y la fe, pero a veces en momentos de oscuridad, se nos hace difícil tratar de ver ese pequeño rayo de luz. Quisiera verlo, quisiera ser esa clase de personas que nunca se dan por vencidos, pero, para mí lástima, no lo soy, y dudo algún día llegar a serlo.
domingo, 2 de junio de 2013
"Princesa...
"Princesa, sonríe No agaches tu mirada. Limpia tus lagrimas. Sal debajo de esas cobijas amarradas a ti. Ponte el vestido mas hermoso que tengas. La ropa que tanto te gusta. No mires hacia abajo. Enciende el reproductor, sube el volumen a la música. Empieza a bailar, levanta tus manos al cielo, mira al techo, da vueltas, las que quieras, infinitas vueltas, que no acaben nunca. Y cuando caigas, ríe. Ríe tanto como nunca lo lograste, ríe de todo lo malo, ríe del pasado, ríe de la gente, ríe de ella, de el, ríe de esos pensamientos que tanto te destruyen. No mires hacia abajo. Levántate, con fuerza, pero no borres esa sonrisa. Ve tu reloj, sabes que falta mucho para que acabe el día. Piensa. Piensa en lo que siempre te gusto pero nunca lo intentaste, por medio, por dolor, por soledad. Baja las escaleras, abre la puerta de tu casa, y sal, corre, corre sin pensar en los que te rodean, ellos no importan, ellos nunca van a importar, sigue corriendo, pero no dejes de sonreír. Detente un segundo. Y admira. Ahí esta. El mar. ¡No te detengas! Corre hacia las olas, juega con ellas, disfruta, porque tal vez es lo que siempre deseaste, ser libre por un momento, ser feliz. Ríe. Esas personas que están cerca de ti ¡No existen! Ellos no pueden controlar lo que sientes, ya no lo harán. Olvida los errores, olvídalos a ellos por favor. Sigue sin mirar hacia abajo. Y corre. Come lo que nunca pudiste por miedo a ellos. Tu físico no importa. Ve a todas a esas chicas plásticas cerca de ti y solo sonríe. Por qué sabes que eres mucho más hermosa que ellas. Corre, ve a tu parque preferido, disfruta, en los carros chocones, ríe como nunca, te fijas en un chico lindo a quien chocaste, y sólo ríes. El solo dice “tu sonrisa es hermosa”. Ningún chico te había sonreído, porque nunca demostraste lo bonita que podía ser tu sonrisa. Comes algodón de azúcar. Y en la montaña rusa te sientas junto a ese chico. Los dos impresionados, sólo se dedicaron miradas, empezó a avanzar la montaña, estas emocionada y gritas. Gritas como nunca lo hiciste, te sujetas fuerte, y el chico sostiene tu mano, lo miras y viste la belleza misma ante tus ojos. Bajaron los dos, mirándose por un minuto y allí le dices “muchas gracias”. Corre, ya se hace de noche. Ves los mas hermosos fuegos artificiales, los disfrutas. Llegaste a tu casa, abre lentamente la manilla, ahí esta tu mama, mírala, abrázala, pídele disculpas, por los gritos, por haberla ignorado, y le das un enorme beso. Corre luego a tu habitación, suspira. Retira tus zapatos, baja volumen a la música. Y mira hacia tu ventana y di “Gracias Dios”. Vuelve a tu cama, retira esas cobijas. Recuerdas haber dejado tu móvil encima de ellas, lo enciendes y sonríes, ahí estaba ese mensajes que decía “Princesa, sonríe”. Duermes cómo un ángel y a partir de ese momento, decides empezar a vivir".
jueves, 23 de mayo de 2013
¿Encajar?.
Hay veces, en las que simplemente me canso. De sonreír como si nada pasara, aún sabiendo que no es así. De tratar encajar con el resto, como si fuera una ficha más del puzzle, y no me doy cuenta, que si todavía no encajé, es porque quizas esta pieza no pertenezca a ese lugar. ¿Les ha pasado?
Sentirte alejada, ida, nadie te quiere ver, o por lo menos así lo piensas tú. Tratamos de cambiar nuestra forma de ser, por decirlo de alguna forma, simplemente para que las demás personas te acepten, en su grupo, comunidad, donde sea. Pero, ¿por qué lo hacemos? ¿por qué cambiamos nuestra forma de ser, solamente para complacer a los demás? ¿no hay que estar complacidos con nosotros mismos? ¿no somos nosotros los que tenemos que estar conformes con nuestra forma de ser, pensar y actuar?
Sí, somos nosotros. Aunque algunas veces, la mayoría, no nos escuchamos, no le prestamos atención a lo que nuestro corazón, nuestra mente dice. ¿Por qué pasa esto? Porque nos cegamos, lo único que nos importa en ese momento es encajar con los demás, estar lo más cerca posible de lo que ellos quieren. ¿Y qué pasa con lo que nosotros queremos? ¿acaso eso no cuenta? ¿no tiene valor?
Asombra, que no veamos realmente lo que nosotros queremos ver. ¿Si cuenta? Claro que sí, pero no lo logramos ver. Cuando pensamos en lo que los demás quieren, muchas veces, la mayoría, no nos fijamos en lo que nosotros mismos queremos. Y a veces, tan solo a veces, duele demasiado fingir ser alguien que no sos.
Increible, me parece extremadamente increible que esta sea la realidad en la que vivimos hoy en día. ¿Cuál realidad? En la que ser diferente, en la que pensar y actuar diferente, se considere extraño. Que quizas algunas veces nos critiquen por eso. ¡Somos lo que somos! Y nadie lo puede cambiar, sólo nosotros mismos podemos. Y lo mejor, o por lo menos lo que yo pienso que es mejor, es cambiar nuestra forma de ser, siempre y cuando, lo hagamos por nosotros mismos, y no por una orden de lo que las otras personas nos dicen.
No hay que dejarse llevar, somos lo que queremos, cuando y donde queremos. ¿De qué sirve fingir ser alguien que no sos? ¿para encajar con el resto? Hay que aprender, las personas que nos obligan a cambiar, no son aquellas que valen la pena, realmente, no lo son. Y hay que tenerlo demasiado en cuenta, recordarlo siempre.
Lo sé, es díficil. Muchas veces, nos sentimos tan mal, tan cansados de no importarle a nadie, de que ninguna persona se acerque a uno, así sea a preguntar como se siente. Que tan sólo, cuando encontramos a aquella persona, nos aferramos demasiado a ella, y si te dice que cambies, ¿qué hacemos? Lo hacemos. ¿Por qué? Porque sentimos ese cariño que necesitabamos, y no nos damos cuenta de que, no es la persona indicada para estar a tu lado, definitivamente no lo es.
¿Cómo hago para no sentirme sola? ¿Cómo hago para no sentirme "invisible"? Para decirlo de una manera. ¿Qué hago cuando siento que ya a nadie le importo? ¿Qué hago cuando me estoy hundiendo? Y cada vez, un poco más, y más, y más, hasta caer directamente al fondo, donde ya no vemos ese rayo de luz que viene a salvarnos, cuando ya sentimos que todo esta perdido, que a esta altura, ningún esfuerzo, así sea mínimo que hagamos, vale la pena. ¿Qué hacemos? Me lo pregunto, y el día que encuentre la respuesta, se las contaré, pues aún, la sigo buscando.
Sentirte alejada, ida, nadie te quiere ver, o por lo menos así lo piensas tú. Tratamos de cambiar nuestra forma de ser, por decirlo de alguna forma, simplemente para que las demás personas te acepten, en su grupo, comunidad, donde sea. Pero, ¿por qué lo hacemos? ¿por qué cambiamos nuestra forma de ser, solamente para complacer a los demás? ¿no hay que estar complacidos con nosotros mismos? ¿no somos nosotros los que tenemos que estar conformes con nuestra forma de ser, pensar y actuar?
Sí, somos nosotros. Aunque algunas veces, la mayoría, no nos escuchamos, no le prestamos atención a lo que nuestro corazón, nuestra mente dice. ¿Por qué pasa esto? Porque nos cegamos, lo único que nos importa en ese momento es encajar con los demás, estar lo más cerca posible de lo que ellos quieren. ¿Y qué pasa con lo que nosotros queremos? ¿acaso eso no cuenta? ¿no tiene valor?
Asombra, que no veamos realmente lo que nosotros queremos ver. ¿Si cuenta? Claro que sí, pero no lo logramos ver. Cuando pensamos en lo que los demás quieren, muchas veces, la mayoría, no nos fijamos en lo que nosotros mismos queremos. Y a veces, tan solo a veces, duele demasiado fingir ser alguien que no sos.
Increible, me parece extremadamente increible que esta sea la realidad en la que vivimos hoy en día. ¿Cuál realidad? En la que ser diferente, en la que pensar y actuar diferente, se considere extraño. Que quizas algunas veces nos critiquen por eso. ¡Somos lo que somos! Y nadie lo puede cambiar, sólo nosotros mismos podemos. Y lo mejor, o por lo menos lo que yo pienso que es mejor, es cambiar nuestra forma de ser, siempre y cuando, lo hagamos por nosotros mismos, y no por una orden de lo que las otras personas nos dicen.
No hay que dejarse llevar, somos lo que queremos, cuando y donde queremos. ¿De qué sirve fingir ser alguien que no sos? ¿para encajar con el resto? Hay que aprender, las personas que nos obligan a cambiar, no son aquellas que valen la pena, realmente, no lo son. Y hay que tenerlo demasiado en cuenta, recordarlo siempre.
Lo sé, es díficil. Muchas veces, nos sentimos tan mal, tan cansados de no importarle a nadie, de que ninguna persona se acerque a uno, así sea a preguntar como se siente. Que tan sólo, cuando encontramos a aquella persona, nos aferramos demasiado a ella, y si te dice que cambies, ¿qué hacemos? Lo hacemos. ¿Por qué? Porque sentimos ese cariño que necesitabamos, y no nos damos cuenta de que, no es la persona indicada para estar a tu lado, definitivamente no lo es.
¿Cómo hago para no sentirme sola? ¿Cómo hago para no sentirme "invisible"? Para decirlo de una manera. ¿Qué hago cuando siento que ya a nadie le importo? ¿Qué hago cuando me estoy hundiendo? Y cada vez, un poco más, y más, y más, hasta caer directamente al fondo, donde ya no vemos ese rayo de luz que viene a salvarnos, cuando ya sentimos que todo esta perdido, que a esta altura, ningún esfuerzo, así sea mínimo que hagamos, vale la pena. ¿Qué hacemos? Me lo pregunto, y el día que encuentre la respuesta, se las contaré, pues aún, la sigo buscando.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)